J. Porras

Soy Jesús Porras y tuve el honor de ocuparme, durante un tiempo, de algunos de los pacientes que atendía David y no me hubiera gustado tener que hacerlo por la razón que ya todos conocéis;  no obstante, ya que los hechos fueron los que fueron, sí fue un honor y una responsabilidad ocuparme de sus pacientes durante un periodo de tiempo, que si bien en un principio tendría que haber sido un espacio corto, se convirtió en un espacio algo más  largo, lo cual indica, sin duda, la buena acogida y trato recibido por Olga como responsable del centro, así como otros colaboradores del mismo.

No quiero dejar pasar esta oportunidad para mencionar a Montse Balagué, persona muy allegada a él,  por ser ella quien me dió la noticia «como pudo…, ya que su dolor no le permitía hablar…» pero fue ella quien me transmitió tan triste noticia y al tiempo me pidio si era posible que por un tiempo me ocupase de sus pacientes de acupuntura. No lo dudé, había que estar y quería estar por David.  No sé si te lo había expresado alguna vez, pero gracias Montse.

«Yo no tengo imágenes registradas, fotos, etc, de momentos con David, sí las tengo muy claras en mi memoria. Es la imagen de un gran hombre, un «armario de hombre» dicho con todo el cariño y respeto, un armario de muy buena madera y mejor contenido.

Horas de charlas, momentos de mucha apertura y su sonrisa, muy suya y que en muchas ocasiones me la ha recordado la sonrisa de su hermana Olga; en algunas ocasiones también lágrimas, pues era un hombre con una sensibilidad digna de ser mencionada, así pues, lágrimas y sonrisas cada una cuando tocaba,  que lo hacían más humano y honesto si cabe.

Siempre hubo una relación de mutuo respeto, como no podría haber sido de otra manera. Siempre sentí un profundo respeto por David, ganado por su calidad de persona que lo era y mucho y su gran profesionalidad, era un buscador…

Hoy que escribo este pensamiento y sentimiento hacia la figura y persona de David, quiero de nuevo agradecer de forma muy sentida, porque durante el tiempo que colaboré con Servei Integral de Salut me aportó muy buenos momentos, sentirme parte de un contingente humano como el que tuve la oportunidad de vivir, por todo ello , allá donde estés David, gracias de corazón por todo lo compartido y vivido durante tu vida en este espacio tiempo y después de tu ida, gracias compañero de camino.